Los padres podemos inculcar en nuestros hijos unos hábitos de estudio saludables de manera sencilla para facilitarles las tareas y mejorar su rendimiento escolar de manera ordenada.

Vamos a repasar unas ideas sencillas para ello.
Habilitar una zona específica.
Es conveniente que tengan un lugar fijo para estudiar, que no sea el sillón o la cama. Lo más funcional es un escritorio y una silla cómoda.
Además, este espacio, debería:

- Estar ordenado y limpio.
- Contar con una buena iluminación, mejor si es natural (ya que evita dolores de cabeza y vista cansada)
- Ventilado
- Una temperatura adecuada.
- Silencio y, sobre todo, sin distracciones.
- Enseñarles a mantener una buena higiene postural para evitar dolores de espalda y contracturas musculares.

Planificación.
- Utiliza la agenda del colegio o un calendario
- Anotad los plazos de entrega de trabajos, fechas de exámenes y planificar el estudio fraccionado para que el niño aprenda a organizar su tiempo.
- Fomentar la escritura y la lectura:
- Hacer resúmenes, esquemas…
- Leer en profundidad (en voz alta favorece la concentración y atención). Preguntar activamente sobre lo que ha leído para evaluar la comprensión del tema.
- Hacer pausas alternado el tiempo de descanso con el estudio (según edad serán más o menos prolongados). Por ejemplo, podemos parar de 5 a 10 minutos cada 30-40 minutos de estudio, sin ver la tele o jugar con la Tablet o el móvil. De esta manera asimilamos mejor la información.
- Alternar asignaturas ayuda a reactivar la atención.
- Cuidar lo básico: respetar las horas de sueño, ya que favorece la memoria y el aprendizaje, y llevar una dieta sana y equilibrada para que afronte el día con energía.
Animarlos, no agobiarles, ni presionarles, ni sobornarles o forzarles a hacer una tarea.
Reforzarles cuando lo hagan bien.
¿Conocías estos hábitos de estudio saludables?