En la asignatura de Educación Física somos conscientes de los cambios que sufren nuestros alumnos a lo largo de la etapa de Educación Primaria, caracterizada por un crecimiento pausado y uniforme, con gran proporción entre los distintos segmentos corporales y un estado de maduración psicomotriz avanzado. Por ello esta etapa es conocida por muchos autores de nuestro campo como la “edad de oro del aprendizaje motor”.
Como docentes es nuestra obligación no desperdiciar las oportunidades que nos brinda esta etapa, y proporcionar a los alumnos un acervo motor o núcleo cinético lo más amplio posible, y así prepararles para la llegada de la pubertad. Para ello trabajamos en torno a los dos ejes que nos marca la asignatura: el cuerpo y su conocimiento, y el movimiento a través de la experimentación de todas sus posibilidades. La metodología que empleamos es principalmente activa, dejando el protagonismo a los alumnos a la hora de resolver problemas motrices y así favorecer el máximo desarrollo físico y cognitivo. En el ámbito social tratamos de desarrollar actitudes y valores que les permitan integrarse y triunfar en la vida en sociedad, como son la cooperación y el trabajo en equipo, el respeto, la solidaridad y la valoración del esfuerzo por encima de los resultados. Y no nos olvidamos del ámbito afectivo, que trabajamos forjando buenas relaciones con los alumnos y entre ellos, y haciéndoles sentir bien día a día.
Finalmente cabe mencionar que uno de los objetivos de la asignatura de Educación Física es el de promover un estilo de vida saludable que implique la utilización activa del tiempo de ocio, al cual tratamos de llegar a través de juegos y propuestas lúdicas que muestren a los alumnos la mejor cara del deporte y les haga conservar un montón de agradables experiencias.
