Los alumnos de 4 años están trabajando en clase a gestionar las emociones. En esta ocasión, realizaron la
técnica del volcán, que es una herramienta muy útil y sencilla para trabajar la gestión de la ira y el control de impulsos en esta etapa.
Esta técnica ayuda a los niños a identificar y reconocer los cambios fisiológicos que producen los estados de ira y frustración. De este modo, cuando experimenten esas sensaciones en su cuerpo, serán capaces de gestionarlas de una forma adecuada en vez de dejarse arrollar por esa emoción.
Para ello hicieron el siguiente experimento:Cuando mezclamos vinagre y bicarbonato de sodio, se produce dióxido de carbono, un gas que provoca burbujas. A causa de este gas, la mezcla queda espumosa y se expande, de manera que se escapa de la botella.
Los niños se imaginan que existe un volcán en su interior, que representa su fuerza y energía. Cuando nos enfadamos, ese volcán se calienta y empieza a producir lava, pudiendo llegar a descontrolarse y producir una erupción.
Educamos a nuestros alumnos en inteligencia emocional, haciéndoles entender que el enfado es una emoción normal y necesaria en determinadas situaciones. No es una emoción que debamos evitar o eliminar, sino que debemos aprender a gestionarla.